miércoles, 24 de septiembre de 2014

La Superintendencia Nacional de Educación Universitaria y las Teorías de Justicia de Rawls y Sen.

Hace un par de meses se aprobó la nueva ley universitaria, donde se crea un organismo regulador de la calidad en la educación universitaria. He tenido la oportunidad de no solo seguir de cerca todo el desarrollo de esta ley,  sino de poder aportar en el debate sobre la misma. Ya en otro espacio he podido comentar sobre la necesidad de un organismo regulador para las universidad (aquí), sin embargo considero que la creación de mismo puede tener cierta relación con las ideas sobre Justicia de John Rawls y Amartya Sen. Ello será expuesto en este post brevemente.

Se ha difundido durante todo el debate la pésima calidad en que se encuentra nuestro Sistema Universitario en general. Ello se debe principalmente al abandono que ha habido por parte del Estado de su rol de garante de la calidad de la educación universitaria y la gran proliferación de universidades con fines de lucro, que distorsionan los propios fines de la educación. Es así que para la gran mayoría de jóvenes no se cumple con el derecho de todos de poder acceder a una educación de calidad en este ámbito. Ante dicha realidad, se ve la necesidad de establecer una nueva Ley Universitaria y en ella, la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria, con el rol de garantizar el derecho de acceder a una educación de calidad. La función principal de este organismo, además de otras, es establecer mínimos de calidad para que funcionen las universidades. Ello significa que no podrán funcionar universidades que no tengan un mínimo de calidad.

A pesar de que el mismo planteamiento de la Superintendencia y la misma ley puedan ser mejoradas, esta institución podría entrar dentro de los planteamientos de las teorías de Justicia de John Rawls y Amartya Sen. Pues por un lado, responde a la idea de igualdad de derechos y libertades ( derechos que no solo es señalar que se trata de plantear que se poseen, sino que tiene que haber un garante de que los mismos se den efectivamente). Según Rawls, estructuras que responda a esos principios se hallan en la senda de la Justicia. Si bien no se plantea desde la idea de un nuevo contrato social, puede entrar en este enfoque desde la idea  de equidad, en tanto búsqueda de instituciones que promuevan que todos tengan los mismo derechos y libertades, sin tener en cuenta las condiciones sociales en las que se nació o los talentos que se posee (que son condiciones contingentes, en tanto que son dadas desde el nacimiento o formadas en gran parte por las condiciones en las que se nació. Es decir, son condiciones que responden a factores externos de los individuos, Superar estas condiciones lo que que se busca con la idea del velo de ignorancia). Al momento de establecerse mínimos de calidad para el funcionamiento de las universidades, supone que todos, sin importar su condición socio-económica, puedan acceder a una educación que al menos tiene un mínimo de calidad. Hasta el momento que ello se lleve a cabo, seguirá existiendo una relación directa entre capacidad de pago y calidad educativa, siendo así una condición de inequidad que tendía a marcarse más (sobre ello postearé más adelante)

Ahora esta idea de ir reduciendo las brechas de inequidad con el fin de superar las condiciones contingentes (hasta cierta medida, porque aún hay 2/3 de jóvenes que no pueden acceder ni siquiera a educación superior) junto con la búsqueda de promover libertades reales a través de una educación de calidad (aún limitada porque falta la reflexión sobre qué tipo de educación necesitamos y no solo sus condiciones (calidad/no calidad)) es una idea más ajustada a la reducción de injusticias. Y eh ahí el aporte que realiza Sen. Difícilmente podremos construir sociedades con instituciones justas del todo, como propone Rawls. De lo que se trata es reducir las injusticias, apuntando a ese ideal lejano. Injusticias que se reducen ampliando las capacidades. En este caso la educación universitaria de calidad si bien es un funcionamiento (una forma de ser y hacer, más que un conjunto de funcionamientos que ello sería una capacidad), es un funcionamiento fértil pues genera nuevas capacidades, desarrollando incluso una capacidad central como lo es la razón práctica. Lo interesante es que para Sen el espacio desde donde se busca reducir las injusticias son los debates públicos y también con la participación de observadores imparciales. Ello también puede verse en la nueva ley: Desde su elaboración y lo que posteriormente se viene, hay una serie de debates para someter una razonamiento públicas las distintas ideas y visiones que se tienen ( y se debe continuar con estos espacios de debate permanente, articulando así la sociedad civil, la comunidad universitaria y los organismos del sistema universitaria. Ello va a depender del MINEDU que es el ente rector de las políticas de calidad. El primer paso dado es que ya hay al menos un encargado del Estado que tiene dicha función). Además, en la misma Superintendencia, se plantea la idea de "observadores imparciales", en tanto que hay miembros que son ajenos a los intereses en debate (en este caso, la regulación del sistema universitaria), para así enriquecer con otras perspectivas el debate.

Ahora bien, como el planteamiento de la ley y la Superintendencia puede mejorarse, se trata de un acercamiento a la reducción de injusticias. Aún queda mucho por hacer para la reforma de la Educación Universitaria, pero el plantear una relación entre estas teorías de la Justicia y la ley universitaria sirve para introducir un marco conceptual desde el cual podemos establecer un norte hacia donde apuntar. La lucha por la educación de calidad para todos, supone una lucha por una sociedad más justa.

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